Temps i vida
Antes contábamos horas y minutos, ahora llevamos sofisticados segunderos digitales en el bolsillo. Una alarma para el microondas, una app para calcular cuándo llega el autobús o chequear el tiempo que nos queda de batería. Estamos más cronometrados que nunca, pero nunca nos alcanza el tiempo.
La revolución industrial impone otra noción del tiempo, cuantificando de forma precisa los 1.440 minutos de cada día. Se generaliza el reloj de bolsillo y ese pequeño instrumento mecánico comienza a controlar la vida, marcando el comienzo y el fin de la jornada laboral.
Con la globalización, se han extendido las modalidades de trabajo nocturno en empresas de producción y logística, ajustando las cadenas de producción y circulación al just-in-time. “El tiempo es oro”: siempre que sea productivo para el capitalista. Antes que Marx, los economicistas clásicos ya habían explicado que el tiempo de trabajo era la medida del valor de las mercancías. Marx develó que los capitalistas se apropian de una gran masa de tiempo de trabajo excedente, muy por encima de lo que pagan a sus trabajadores mediante un salario. En ese robo se va la vida. Por eso, desde que existe el capitalismo, se ha desplegado una batalla por el tiempo de trabajo.
En el último siglo, la productividad del trabajo ha aumentado varias veces en los países más ricos, pero la jornada laboral se mantiene sin modificaciones. O peor, con las reformas laborales neoliberales, las patronales disponen del tiempo de trabajo como prefieren, mediante horarios flexibles, horas extras que ni siquiera se pagan, etc. Con el teletrabajo, la esfera laboral ha colonizado aún más el espacio de la “vida”, dejando muy poco tiempo libre, aumentando el estrés y la ansiedad. Marx escribió en los Grundrisse que, si bien el capital tiende a crear tiempo disponible, “lo convierte en plustrabajo”. Es decir, que los avances tecnológicos permitirían hoy reducir la jornada a unas pocas horas diarias, pero en vez de liberar a los trabajadores de la carga del trabajo, el capital los ata con cadenas más pesadas.
Josefina L. Martínez, Ganar la batalla por el tiempo, revolucionar la vida, ctxt 22/10/2021
Comentaris