Les dues versions de la fal·làcia del jugador.
La falacia del jugador hace alusión al siguiente ejemplo. Una persona lleva apostando toda la noche en el casino y ha sufrido una terrible racha de mala suerte. Como consecuencia, piensa: «Mi próximo lanzamiento de dados será bueno, ya que es muy improbable que saque malos resultados toda la noche». Este razonamiento es falaz porque, para cualquier lanzamiento individual, la probabilidad de obtener dos seises, pongamos por caso, es siempre la misma: 1/36. El número de veces que el jugador haya tirado los dados durante esa noche no influye para nada en la probabilidad de que el siguiente lanzamiento arroje un doble seis.
En la falacia del jugador inversa, un visitante entra en el casino y lo primero que ve es a alguien sacando dos seises. El visitante piensa: «Vaya, esta persona debe haber estado jugando toda la noche, ya que es muy poco probable que tenga tan buena suerte con un solo lanzamiento». Esta conclusión es falaz por la misma razón. El visitante solo ha observado un lanzamiento de dados, y la probabilidad de que ese resultado sea un doble seis sigue siendo la misma: 1/36. El tiempo que el jugador lleve apostando no guarda ninguna relación con la probabilidad de que el lanzamiento presenciado por el visitante arroje dos seises.
Philip Goff, Por qué nuestra improbable existencia no apoya la idea del multiuniverso, Investigación y Ciencia, 19/01/2021
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