Els 'tie parties' i l'antipolítica.
Existe un fenómeno de resistencia antipolítica que merecería una especial
atención. Me refiero al hecho de que alrededor o en los extremos de los
partidos se han configurado tea parties
que se erigen como protectores de los valores, representantes de las víctimas,
portavoces de la multitud o de alguna revolución pendiente. Desde estas
trincheras apolíticas parecen dominarse las cosas con una claridad de la que no
disponen quienes tratan habitualmente con el principio de realidad. La ira de
esos grupos no se dirige tanto a los adversarios como a los propios cuando
amagan con rebajar el nivel de lo políticamente negociable. Extiende una
mentalidad antipolítica porque no han entendido que la política comporta
siempre ciertos compromisos y concesiones. Los sectores duros de los partidos
marcan el paso de una manera que probablemente no les corresponde con criterios
de representatividad o sin disponer de la correspondiente autorización
democrática y que dificultan ciertas reformas para las que se requiere el acuerdo
político con los adversarios.
Daniel Innerarity, Democracia
sin política, Claves de razón práctica, nº 236, septiembre/octubre 2014
Comentaris