Estat de naturalesa, estat d'igualtat (Hobbes)
La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades corporales y mentales que, aunque pueda encontrarse a veces un hombre manifiestamente más fuerte de cuerpo, o más rápido de mente que otro, aún así, cuando todo se toma en cuenta en conjunto, la diferencia entre hombre y hombre no es lo bastante considerable como para que uno de ellos pueda reclamar para sí beneficio alguno que no pueda el otro pretender tanto como él. Porque en lo que toca a la fuerza corporal, aun el más débil tiene fuerza suficiente para matar al más fuerte, ya sea por maquinación secreta o por federación con otros que se encuentran en el mismo peligro que él.
Y en lo que toca a las facultades mentales (…) encuentro
mayor igualdad aún entre los hombres, que en el caso de la fuerza. (…) Lo que
quizá haga de una tal igualdad algo increíble no es más que una vanidosa fe en
la propia sabiduría, que casi todo hombre cree poseer en mayor grado … la
naturaleza de los hombres es tal que, aunque puedan reconocer que muchos otros
son más vivos, o más elocuentes, o más instruidos, difícilmente creerán, sin
embargo, que haya muchos más sabios que ellos mismos: pues ven su propia
inteligencia a mano y la de otros hombres a distancia. (222-223)
De esta igualdad de capacidades surge la igualdad en la
esperanza de alcanzar nuestros fines. Y, por lo tanto, si dos hombres
cualesquiera desean la misma cosa, que, sin embargo, no pueden ambos gozar,
devienen enemigos y en su camino hacia su fin (que es principalmente su propia
conservación, y a veces sólo su delectación) se esfuerzan mutuamente en
destruirse o subyugarse. Y viene así a ocurrir que, allí donde un invasor no
tiene otra cosa que temer que el simple poder de otro hombre, si alguien
planta, siembra, construye, o posee asiento adecuado, pueda esperarse de otros
que vengan probablemente preparados con fuerzas unidas para desposeerle y
privarle no sólo del fruto de su trabajo, sino también de su vida, o libertad.
Y el invasor a su vez se encuentra en el mismo peligro frente a un tercero. (224)
PRIMERA PARTE: DEL
HOMBRE
De la condición natural del género humano, en lo que
concierne a su felicidad y miseria
Thomas Hobbes, Leviatán, Editora Nacional, Edición preparada por C. Moya y A. Escohotado, Madrid 1983, segunda edición corregida
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