L'inici de la qüestió del subjecte en filosofia.
Traigo una vez más a colación la controversia entre el intelecto y los sentidos del texto que Galeno atribuye a Demócrito:
"Por mera convención nos referimos al color, y también por convención hablamos de lo dulce, por convención asimismo nos referimos a lo amargo; en realidad sólo hay átomos y vacío" aserta el intelecto. Mas al escuchar tal cosa los sentidos (aistheseis) responden al intelecto: "Pobre intelecto, pretendes vencernos a nosotros que somos las fuentes de tus evidencias. Tu victoria será tu derrota"
Los sentidos vienen a decir que al rebajar el peso de los mismos, al afirmar que lo único real en la naturaleza son los inasibles átomos y vacío, el intelecto sólo consigue vencer a su matriz, es decir la única fuente a partir de la cual cabe llegar a sus pretendidas evidencias. Sin duda el intelecto tendrá alguna respuesta, que a su vez levantará objeciones. Pero lo esencial es que la diatriba ha emergido, emergencia que es una de los rasgos definitorios de la filosofía.
¿Qué pasó, repito, en el seno de la física nacida en Jonia para que la cuestión del sujeto aparezca con una radicalidad que ya nunca será abandonada, y cuyos avatares se confunden con la historia misma de la filosofía? Pregunta tanto más relevante cuanto que la historia parece haberse repetido y desde hace ya más de un siglo la física misma se ha visto, casi por escrúpulo intelectual, forzada a abrirse a la interrogación metafísica, a retomar la polémica el texto de Galeno y de alguna manera también la cuestión trascendental de la Crítica de la Razón Pura, se decir: se ha visto obligada a pasar de la reflexión inmediata sobre la naturaleza a una reflexión sobre el ser que reflexiona.
Víctor Gómez Pin, Asuntos Metafísicos 97, El Boomeran(g), 20/5/2015
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