En mode Hobbes, de nou.




Con la guerra de Ucrania hemos entrado en modo hobbesiano. La prioridad no es ya la realización o consecución de algún bien, sino evitar los males mayores. Se acabó el ensueño de un orden internacional organizado a partir de grandes principios que garanticen la paz y la justicia. La seguridad manda y a ella ha de subordinarse todo lo demás. No es lo que deseábamos, pero es a donde nos ha conducido la embriaguez bélica de Vladímir Putin. El miedo vuelve a hacer acto de presencia y este solo puede ser despejado recurriendo a la protección del Estado y su provisión de eficaces medidas de defensa. Volvemos a donde nos dejó la pandemia. Antes se trataba de la seguridad sanitaria, ahora es la militar. El discurso dominante vuelve a estar representado por los “realistas” hobbesianos. Y, como suele ocurrir cuando vuelve Hobbes, Kant se eclipsa, el apremio civilizatorio de los grandes principios que declarábamos con carácter universal cede ante los datos de la realidad.

Nada nuevo, siempre ha sido un poco así, y la prevalencia de lo que uno u otro representan dependía de la coyuntura política específica. Kant nos ofrecía principios regulativos a partir de los cuales ajustar nuestras acciones, Hobbes nos recordaba la dificultad de su realización bajo circunstancias extremas. Uno se corresponde a momentos de tiempo despejado, otro al de condiciones atmosféricas tempestuosas. La perplejidad que hoy sentimos seguramente deriva de nuestro optimismo ilustrado, pensar que la historia era un proceso imparable hacia mayores cotas de bienestar y desarrollo moral. Por eso Putin nos ha fundido los plomos mentales con su guerra de agresión a Ucrania, que tanto nos recuerda al siglo XX, envuelta además en un anacrónico discurso imperial de pueblo y territorio. ¿Pero quién dijo que la historia no se repite? Todos los realistas políticos ―Tucídides, Maquiavelo, el propio Hobbes― pensaban que esta era circular, que no existe algo así como un avance lineal dirigido a un progreso continuo.




Fernando Vallespín, Kant y Hobbes, la extraña pareja, El País 20/03/2022

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