Com fer front a l'assetjament escolar.
Sobre la violencia sabemos mucho desde hace tiempo. El filósofo, Hobbes, inglés que escribió en su día muchos libros y que conocemos mucho por esta frase suya de «Homo hominis lupus», el hombre es un lobo para el hombre. Hobbes escribió, en el año 1650 y tantos, un libro fantástico que se llama Leviatán. En él habla de la violencia y habla de cómo el ser humano se ha organizado en sociedades, en estados para proteger a los ciudadanos y permitir el crecimiento de las sociedades y demás. Y él ya nos habla de tres causas de la violencia: está la violencia por superioridad, tú tienes algo que yo no tengo y entonces yo te invado, me comporto violentamente contigo para conseguirlo. Esto explicaría las guerras, las invasiones, nunca mejor dicho. Hay una segunda causa que es muy interesante también, que es la de la violencia por autodefensa: Tú me has dado un golpe y antes de que me des el segundo, yo te enseño mis dientes, para amedrentarte, para asustarte, para explicarte que ojo con seguir metiéndote conmigo. Esto explicaría, en términos no actuales, pero sé de hace unos años, la Guerra Fría, la disuasión. Pero luego él nos habla de una tercera causa de la violencia que es, probablemente, la que estemos viendo ahora, la que estamos viendo nuestros chicos, y es la violencia por la diversión, por sentirte más que los demás, por la falta de respeto, por el desprecio.
Para que haya acoso, tiene que haber intencionalidad de hacer daño, tiene que haber reiteración en ese daño. No estamos hablando de un día que ha pasado una historia, nos hemos peleado y demás. No, quiero hacer daño, hago daño reiteradamente, me doy cuenta de que estoy haciendo sufrir y sigo haciéndolo. Y una tercera cosa es que tiene que haber un desequilibrio de poder para que haya acoso entre iguales. Es decir, o bien un grupo de chicos va contra uno, o bien alguien jerárquicamente superior machaca al de abajo. Porque cuando estamos hablando de dos iguales sin jerarquía de poder, estamos hablando de un conflicto.
Estamos hablando de que la raíz del problema sigue siendo la misma: desprecio, superioridad, ganas de hacer daño, ganas de hacer sufrir utilizando este mecanismo acelerante que son las tecnologías de la información. Y que está llegando a unos niveles de desarrollo y de divergencia en su extensión que yo, cuando lo cuento, la gente se asusta mucho pero es que, cada día, yo me enfrento hechos que ayer no podía ni pensar. A formas de hacer daño a través de las tecnologías de la información, aunque las más habituales son trucar fotografías, la humillación en las redes sociales, la exclusión de las redes sociales de alguien, comentarios hirientes, humillantes, levantar rumores y extenderlos por la red, capturar imágenes de manera ilegal, de manera delictiva, difundirlas… Todo este tipo de cuestiones que tienen que ver con aquellas cosas más habituales, es decir, lo que yo antes hacía utilizando la palabra, utilizando el rumor en la clase o algo que escribía en un papel… Hoy en día, la capacidad de difusión y de expansividad es tremenda.
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