Què és la vida?

El físico Shrödinger con su gata
Schrödinger
¿Qué es la vida? (1944) Curiosamente, este es el título de la obra más socializada del físico Shrödinger. Hemos de desentrañar cómo se pasa de lo que es abiótico o inorgánico a lo biótico u orgánico, y cómo emerge la complejidad en lo orgánico hasta llegar a los sistemas sofisticados y la autoconciencia humana como forma de adaptación o exadaptación funcional de la vida inteligente.

Deducir cómo y cuándo se produce este cambio de fase o emergencia continúa siendo la piedra de toque de todo lo que queremos saber y aún sigue siendo controvertido y no ha salido de la fase de misterio científico. Lo mismo nos ocurre con el origen de nuestro universo. Sabemos que pasó en los segundos o minutos posteriores a la aparición del espacio tiempo, pero desconocemos el momento o los momentos cero en que se inicia la reacción en cadena y la retroalimentación entre materia y energía.

Aumento de la complejidad
Desconocemos también cómo se desencadenan los cambios en las dinámicas térmicas que llevan a la entropía de los sistemas que sustentan los procesos evolutivos que generan escenarios que permiten de forma aleatoria las emergencias y aumentos exponenciales de complejidad.

¿Qué lleva a nuestra especie a preguntarse los ejes seminales de nuestra existencia y la del todo? Pienso que es aquí donde debemos plantear qué quiere hacer la especie en el futuro y cómo quiere construir su realidad, ahora que está alcanzando la mayoría de edad e intenta corregir la entropía desafiando el orden natural para adaptarlo a las necesidades futuras de nuestro género en el proceso de transhumanización.

Efectivamente, ahora la humanidad con sus conocimientos de las leyes de la termodinámica, de la física, de la química  y de la biología, dispone de los ingredientes básicos para poder establecer lo que queremos y podemos hacer. Esta es la cuestión: qué queremos hacer la especie Homo sapiens en el futuro, qué queremos ser o no ser como especie.

Son preguntas de un arqueólogo y no de un futurólogo. Pienso, sinceramente, que la prognosis no es posible sin pensar en nuestro futuro, sobre todo, en la articulación de lo que queremos que suceda para poder construirlo. El azar está dejando paso a la lógica direccional de la humanidad y la evolución toma sentido como construcción racional, algo que no existía antes del conocimiento científico socializado.

Organización social y biológica
Lo que era aleatorio debe dejar de serlo. Este sería el primer principio del cambio  histórico. La complejidad y la incertidumbre pueden ser previstas, pero no corregidas. Lo primero que deberíamos hacer es corregir esta cuestión seminal en la evolución del espacio tiempo, para después actuar sobre nuestra organización social y biológica.

Pensar en este objetivo nos puede ayudar, probablemente, a diseñar escenarios plausibles de la evolución y transformación social de este proceso. Lo que ya está contenido y lo que debe emerger debe tratarse de forma unificada.

Eudald Carbonell, Deseando conocer el pasado (3), Sapiens, 02/06/2013

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