Una llei contra la llei del més fort
El marco que da sentido a la ley de dependencia no puede ser más claro: ningún ser humano se basta a sí mismo. Todos sin excepción, y no solo los afectados por algún tipo de dolencia incapacitante, en distintos momentos de nuestro ciclo vital hemos sido y volveremos a ser dependientes: desde la infancia hasta la vejez. Sin embargo, el enfoque estándar de los derechos y del reparto de la riqueza social se concibe solo desde las situaciones de plenitud física de sujetos en edad productiva. Esta perspectiva simplificadora es como un fotograma que congelase la verdadera moviola de la vida humana. El problema no es, pues, de los otros, esos a los que les ha tocado en suerte el infortunio, sino de todos. Todos somos o seremos sujetos, potenciales o reales, de las situaciones que contempla una ley de dependencia.
La reflexión sobre las prácticas del cuidado desarrolladas en torno a estos escenarios vitales surge históricamente como reacción contra el trasfondo neoliberal de los 80, con el triunfo de la figura del emprendedor y la absoluta desregulación de los mercados. Un periodo de glorificación de la ley del más fuerte y del más adaptado. Hoy, a la luz de los efectos dañinos desencadenados por estos paradigmas, las reflexiones sobre el cuidado vuelven a cuestionarlos. Lo que en un futuro próximo quede de un Estado social no solo deberá hacer frente a nuevas formas de vulnerabilidad debidas al empobrecimiento y el envejecimiento de la población, sino que lo hará sobre un tejido social ya maltrecho. No es que estas situaciones sean nuevas, es que nunca se fueron: simplemente, no eran percibidas con los paradigmas políticos predominantes.
La implementación de esta ley es una obligación política no solo urgente, sino ineludible. Frente a la ley del más fuerte está La ley del más débil, título de un magnífico libro de Luigi Ferrajoli. ¿Hace falta recordar que esta ley es la ley de todos en algún momento de nuestra vida?
Alicia García Ruiz, La ley del más débil, el periódico 06/01/2015
Comentaris