On Bullshit.





Una noticia triste: el filósofo estadounidense Harry G. Frankfurt falleció este domingo a los 94 años. Aunque escribió muchos artículos sobre la libertad y la responsabilidad moral, se le recuerda por haber definido y descrito en un texto de 1986 un término apropiado para estas semanas de campaña y elecciones: la charlatanería.


El texto se publicó como libro en 2005 y se convirtió en un bestseller con el título de On Bullshit. En las traducciones más recientes al español se titula Sobre la charlatanería, aunque el término en inglés es más contundente. Quizás se pueda traducir también como gilipollez o, en catalán y como le gustaba decir a Josep Pla, collonada.

Como decía, no hay campaña política sin charlatanería, pero Frankfurt recuerda que está presente en todas partes, en gran medida por la necesidad que sentimos de compartir nuestra opinión sobre cualquier tema, aunque no tengamos ni idea… Cosa que, por cierto, escribió antes de que existiera Twitter.


El concepto es maleable y lo podríamos usar simplemente para descalificar lo que no nos gusta, pero Frankfurt detalla en qué consiste y en qué se diferencia de otros excesos retóricos:

1- Un charlatán se presenta como si transmitiera información. 
2- Pero en realidad quiere manipular las opiniones de las personas con las que habla.  
3- Le da igual si lo que dice es verdad o mentira. A lo mejor ni lo sabe: solo le preocupa que su discurso sea efectivo y no tiene inconveniente en cambiarlo y adaptarlo a las circunstancias.

El charlatán no es un mentiroso porque no intenta engañarnos sobre los hechos o lo que él supone que son los hechos. Nos engaña respecto a su propósito y le da igual mentir o decir la verdad porque eso ni le importa ni le preocupa.


Para el filósofo, esto es aún peor que mentir, porque en la charlatanería los hechos dejan de tener importancia. El mentiroso al menos sabe que hay verdades, aunque necesite ocultarlas. Pero al charlatán los hechos no le importan y solo presta atención a sus objetivos y a los resultados. Y, si tiene éxito, cada vez tendrá menos alicientes para dejar de ser un charlatán.

‌Y la verdad es importante, claro. Como escribió Frankfurt en otro libro posterior, Sobre la verdad, las sociedades y los individuos necesitamos información fiable para relacionarnos entre nosotros y también para prosperar. No podemos vivir sin la verdad: la necesitamos “no solo para entender cómo vivir bien, sino también para saber cómo sobrevivir".

Jaime Rubio Hancock, Charlatanes, Filosofía inútil 19/07/2023


Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Percepció i selecció natural 2.

Gonçal, un cafè sisplau

La ciència del mal (Simon Baron-Cohen).