Tecnologia i progrés no són sinònims.




Tecnología y progreso no son sinónimos. Sin embargo, en Occidente la asociación entre ambos es tan estrecha que, por regla general, actuamos como si fuera así. Por eso, cuando escuchamos afirmaciones tales como “la digitalización ha llegado para quedarse” o “la inteligencia artificial (IA) es inevitable”, las aceptamos casi sin cuestionamiento o contestación. Porque ¿quién en su sano juicio querría ir contra el progreso? Nadie. ¿Qué futuro imaginable no tiene a la tecnología como protagonista? Ninguno.

Con estas preguntas no pretendo hacerles creer que tengo alguna inquina personal contra la tecnología. Yo también coincido en que la tecnología (y la ciencia) han sido esenciales para alcanzar los niveles de bienestar de los que gozamos en Occidente, y considero, sinceramente, que pueden seguir haciendo nuestras vidas mejores. Ahora bien, también creo que deberíamos ser más precavidos y reflexivos al depositar gran parte de nuestras esperanzas para la construcción de un futuro mejor en un desarrollo tecnológico que, en muchos casos, parece avanzar sin nadie a los mandos. Y es que ni la IA ni ninguna otra tecnología nos dirigirán, por sí mismas, hacia ningún lugar o tiempo que sea digno de ser calificado como progreso.

La IA, al igual que las demás tecnologías, es un producto social y, por tanto, su diseño, construcción y uso se encuentran plagados de condicionantes políticos. No reconocerlo significa blanquear la tecnología y hacerla pasar por neutra para que los que ejercen el poder a través de ella puedan seguir haciéndolo sin posibilidad de contestación. Admitir la naturaleza social y política de la IA es el primer e ineludible paso para poder retomar el control de estas tecnologías y, con ello, tener la posibilidad real de construir un futuro mejor.

Lucía Ortiz de Zárate, El divorcio entre tecnología y progreso ..., Retina 

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Percepció i selecció natural 2.

Gonçal, un cafè sisplau

"¡¡¡Tilonorrinco!!! ¡¡¡Espiditrompa!!!"