Intel·ligències animals.
Si nos ceñimos a la capacidad de desenvolverse bien en el entorno humano, el perro tiene más destreza y adaptabilidad en ese terreno que el gato. De hecho, los canes llevan más milenios domesticados (alrededor de 40.000 años) que los felinos (5.000 años), lo que les ha permitido desarrollar una inteligencia muy bien adaptada para convivir con las personas. “Hemos tenido tiempo de moldearlos, seleccionando su genética, para potenciar determinadas características, como su carácter o su fisionomía, mientras que los gatos han conservado más su parte indómita y salvaje”, explica López-Cepero ...Los tutores de los animales pueden contribuir al desarrollo de su inteligencia enriqueciendo su entorno con estímulos acordes a su naturaleza: “Poniéndoles retos parecidos a los que encontrarían en su medio natural, como permitirles que huelan, persigan o cacen”, añade el especialista. “La idea es que los perros y los gatos desarrollen su naturaleza, no que actúen como las personas. No debemos esperar que hagan lo mismo que nosotros, al igual que tampoco podemos tener las mismas habilidades que ellos”, apunta quien considera un error pensar en términos de inteligencia humana para determinar o clasificar la de otras especies.
Pero, ¿qué entendemos por inteligencia? “Además de la capacidad de respuesta ante las dificultades, implica la habilidad para adaptarse al entorno y a las circunstancias para sobrevivir y hay que tener en cuenta que, a lo largo de la historia, los animales han sido capaces de solucionar muchos inconvenientes para salir adelante en sus ecosistemas”, explica Stefania Pineda, especialista en medicina del comportamiento animal ... (...) “Por ejemplo, la visión del perro y el gato son muy diferentes. En el primer caso, de noche es escasa y, sin embargo, los felinos la tienen muy desarrollada, porque son depredadores y cazadores nocturnos”, apunta la experta.
Otra de las inteligencias de estos animales es la interpersonal o la capacidad de relacionarse con las personas. “De hecho, los expertos contemplamos la posibilidad de que los perros sean capaces de ponerse en los zapatos del otro, gracias a las neuronas espejo”, destaca Pineda. Hay otros tipos de inteligencias, como la artística o la lógico-matemática, que son más cuestionables fuera del ámbito humano. Aunque, ¿quién no ha visto relajarse y dormir plácidamente a su perro o gato cuando escucha música? En cuanto a la capacidad lingüística, las personas la asociamos al tipo de comunicación verbal humana. Sin embargo, se trata de un área con más posibilidades si la aplicamos a perros y gatos: “Los sonidos, los olores o los gestos. Por ejemplo, el perro es un gran comunicador, porque entiende muy bien a su círculo humano y también es capaz de hacerse comprender. Otra cosa es que se ignoren las señales comunicativas del animal y se produzcan malentendidos”, asegura la especialista.
Carolina Pinedo, ¿Son más inteligentes los perros o los gatos?, El País 16/01/2025
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