La deliberació contra la Llei de Ferro de la Polarització.
Las posibilidades de que se pueda instaurar una democracia deliberativa, es decir una democracia que no se limite a la regla de las mayorías, sino que desarrolle procesos de discusión de razones, de creación de una esfera pública compleja, densa, fractal en todas las capas de la sociedad, se encuentra siempre frente al fenómeno de la Ley de Hierro de la Polarización. Pero lo cierto, es que a pesar de que este fenómeno es muy abundante, no es, como parece autoproclamar el nombre, una ley determinista. Por el contrario es posible resistir estos fenómenos y hay varios métodos efectivos para hacerlos. El primero, que me parece una condición de emergencia, es la de examinar públicamente los intereses de las élites en la polarización: posiblemente descubramos que las élites juegan al peligroso juego del gallina, el "cobarde el primero que se tire", que a tantos accidentes históricos conduce. Pero el segundo, el que me parece más importante, es el de generar nuevas formas de esfera pública y discusión donde se vean los rostros quienes debaten. Lo que hacen los contertulios ante cámaras o micrófonos, o los partisanos con sobrenombres en las redes no es esfera pública. Ahí los efectos son contraproducentes. Pero cabe la posibilidad de extender las discusiones de otras formas, sin producir procesos de polarización: cuando las discusiones se plantean en términos de qué es lo que necesitamos todos, qué es lo que se puede hacer, qué medios posibles. Radicalizar la democracia es todo lo contrario a radicalizar las posiciones, es, por el contrario, vaciar a las élites de sus facultades de reclutamiento hacia la propia identidad frente a la del adversario. No se van a evitar los conflictos, pero sí se dejarán más claras cuáles son las preferencias reales de la gente. No me voy a poner estupendo y decir "¡que se vayan todos y empecemos de nuevo!", aunque el cuerpo a veces le pida a uno decir estas cosas que sabe imposibles. Pero sí podemos comenzar un proceso de parar la escalada de violencia y de llevar la discusión a lugares donde no sean los intereses de las élites sino las necesidades más básicas las que se pongan a debate.
Fernando Broncano, Poralización de grupos, El laberinto de la identidad 03/09/2017
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