La concepció científica del treball és incompatible amb l'ètica del treball luterana (Andrew J. Smart)
Diversas investigaciones psicológicas mostraron que los seres humanos, en especial los estadounidenses, tienden a sentir terror ante el ocio. No obstante, las mismas investigaciones también indican que si las personas no tienen una justificación para estar ocupadas, preferirían estar ociosas. Nuestro contradictorio temor al ocio junto con nuestra preferencia por la pereza puede ser un vestigio de nuestra historia evolutiva. Durante la mayor parte de nuestra evolución, conservar la energía constituyó la prioridad número uno, por la mera razón de que obtener alimento suficiente constituía un desafío físico monumental. En la actualidad, sobrevivir no requiere mucho (o ningún) esfuerzo físico, por lo que hemos inventado ocupaciones fútiles de todo tipo. Dado el motivo menos importante o, incluso, una razón especiosa para hacer una tarea, las personas se abocan a la tarea. Quienes disponen de demasiado tiempo libre tienden a deprimirse o aburrirse. No obstante, el ocio puede constituir...