Coeficient intel·lectual i intel·ligència. Roberto Colom, psicólogo e i...
La inteligencia es una capacidad que utilizamos, que es muy general y que nos permite integrar, coordinar, orquestar el resto de nuestras capacidades mentales. Por ejemplo, estamos hablando ahora, pero estamos hablando y estamos pensando en lo que diremos a continuación. Quizá estamos atentos a lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, aunque no seamos muy conscientes. Estamos calculando el tiempo que llevamos de entrevista, el tiempo que nos queda. Todo ese tipo de características, ese tipo de capacidades, las tenemos que integrar de un cierto modo. ¿Y cómo lo integramos? Usando el intelecto. Eso es la inteligencia. Esa capacidad… Esa supercapacidad, para verlo más claramente, que nos permite integrar nuestra capacidad para hablar, para comunicarnos usando el lenguaje, nuestra capacidad para utilizar los números, para orientarnos en un espacio, para razonar, para memorizar, para percibir, para atender. Todo ese tipo de capacidades tienen que ser integradas de un cierto modo. Pero hay más. Esa capacidad intelectual, ese intelecto, no solamente la utilizamos para coordinar u orquestar otras capacidades, digamos que… Frías. También la utilizamos para controlar las emociones, por ejemplo, o para intentar evitar que ciertas situaciones nos resulten estresantes.
... para empezar, el cociente intelectual es una medida, es un número que refleja algo, que es lo que nos interesa a los psicólogos. ¿Y qué nos interesa a los psicólogos? Pues recoger con ese número algo que sintetice, que resuma todo lo que tiene que ver con eso que entendemos por inteligencia humana. Para que sea fácil que se entienda qué representa este número, permíteme que te haga una pequeña digresión sobre qué hacemos los psicólogos para hacer esa estimación con ese número. Lo que hacemos es plantear retos intelectuales. Hacemos un montón de pruebas que sabemos por cien años de investigación en psicología, que son pruebas que nos permiten apreciar hasta qué punto la gente a la que estamos evaluando, a la que estamos sometiendo a ese examen psicológico, es capaz de resolver situaciones que son simples, moderadamente complicadas o muy difíciles. Esto lo podemos hacer viendo cómo maneja el lenguaje. Por ejemplo, ahora nos estamos comunicando, pero te puedes leer un texto y luego te hago preguntas sobre ese texto. ¿Has entendido ese texto? Ese texto que es fácil, que es moderadamente complicado o muy complejo. Puedo plantearte problemas que tienen números o problemas que requieren un razonamiento más abstracto, más alejado de problemas concretos.
Y todo este tipo de situaciones me permiten hacer una estimación de lo que realmente me interesa cuando aplico una batería de evaluación psicológica destinada a obtener ese CI, que es un número, un simple número. Es un número que nos recoge esa capacidad que tú tendrías para gestionar problemas más o menos complejos. Y de esto va. Es muy tentador y es muy habitual que se critique a ese tipo de test de cociente intelectual, porque los problemas que planteamos ahí no parecen realistas. Y hay una respuesta muy interesante a esa crítica, que es muy fácil de entender, y es que da un poco igual el tipo de problema que plantee. Igual que yo puedo estimar la capacidad atlética de alguien con pruebas que le puedo hacer aquí en este contexto, sin necesidad de estar ahí fuera y decir: «Este individuo tiene una capacidad atlética magnífica, está en el percentil 90 de capacidad atlética». Luego salgo a la realidad y compruebo que, efectivamente, su capacidad atlética le facilita el desarrollo de actividades deportivas. Yo he hecho el test en un laboratorio, pero ahí fuera resulta que lo que he visto en el laboratorio se refleja bastante bien. Con los test de cociente intelectual pasa lo mismo. Ese tipo de pruebas que aplicamos que pueden parecer muy artificiales, al final te están revelando hasta qué punto la persona es capaz de manejar una información más o menos compleja, y eso tiene un reflejo en la realidad. Yo puedo hacer un pronóstico con esa puntuación de cociente intelectual de cómo se va a comportar en contextos cotidianos, que es lo que me interesa en realidad. El CI, en sí mismo, es instrumental. Tiene un significado por lo que me dice o por lo que me va a decir del comportamiento en la vida cotidiana.
Roberto Colom, Autoestima y motivación, aprendemosjuntos.bbva.com
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