L'illa cels cecs al color.
A principios de los años noventa, el neurólogo Oliver Sacks viajó hasta Pingelap, un pequeño atolón del Pacífico Sur donde la mayoría de sus habitantes sufre incapacidad para distinguir los colores. Acompañado por el oftalmólogo Bob Wasserman y por el doctor Knut Nordby -psicólogo noruego que también sufría ceguera para los colores- Oliver Sacks se situó en Pingelap para contarnos la vida de sus habitantes y lo hizo a través de las páginas de un libro científico que se lee como un libro de viajes, La isla de los ciegos al color (Anagrama).
En el citado trabajo, Sacks se pone a investigar la dificultad visual que sufren la mayoría de los habitantes de Pingelap y cómo esta va a condicionar la vida cotidiana en la isla, así como el mundo interior que se origina en cada una de las personas que sufre dicha peculiaridad.
Montero Glez, Oliver Sacks y los ojos de Dalton, El País 27/09/2018
Comentaris