El misteri 'Kaspar Hauser'.
El día 26 de mayo de 1828, a las cuatro de la tarde, apareció en la localidad alemana de Núremberg un adolescente de mirada perdida que llevaba una carta en la mano y era incapaz de hablar, más allá de la frase “Quiero ser jinete como mi padre”. Así empieza este “horripilante enigma”, quizás la más inaudita historia de abuso contra el alma humana jamás presenciada. El chaval era incapaz de andar por sí solo, no podía comer carne o cerveza (se embriagaba al comer uvas), solo conocía 12 vocablos (el más importante de ellos era “caballo”) y no mostraba “miedo, extrañeza ni desconcierto” ante nada de lo que sucedía a su alrededor. Era, para decirlo rápido y mal, como una ternera. Una ternera alfabetizada: cuando le alcanzaron papel y pluma fue capaz de escribir su nombre: Kaspar Hauser.
Kiko Amat, Un misterio para siempre, Babelia. El País 15/06/2017
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