Els tres supòsits bàsics de les teories de la conspiració.
El politólogo estadounidense Michel Barkun habló en una ocasión de los tres supuestos básicos de las teorías de la conspiración: todo está relacionado con todo, todo está planificado y nada es lo que parece. El segundo punto me parece decisivo, pues la historia no se puede planificar. Está claro que acontecen reuniones y declaraciones de buenas intenciones entre personas importantes, pero es improbable que permanezcan en secreto durante mucho tiempo y que produzcan los grandes acontecimientos planeados. En nuestro día a día también lo vemos. Tras una reunión de trabajo, pocas veces ocurre lo que se ha propuesto después de una larga discusión.
… los conocimientos de las ciencias sociales modernas se muestran insuficientes para este tipo de explicaciones. Hoy sabemos que los sistemas sociales complejos, con sus muchos participantes que persiguen propósitos distintos, producen efectos automáticos que nadie había deseado de manera consciente que sucedieran de esa suerte. Los que creen en la conspiración no pueden aceptarlo. Podría decirse que perciben la historia desde atrás. Observan un suceso y se preguntan: ¿quién ha salido beneficiado? Ese es el responsable. Por ejemplo, es totalmente cierto que George W. Bush utilizó los atentados del 11 de septiembre para poner en práctica su agenda política. La suposición de que por ese mismo motivo su Gobierno encomendó los ataques, ¡es una cosa muy distinta!.
El motivo por el que estas ideas aparecieron por primera vez durante los siglos XVII y XVIII es, probablemente, la Ilustración. Con el derrumbe del concepto de Dios aparece, de repente, un vacío que se debe llenar. Si no es Dios quien mueve los hilos en secreto y dirige la suerte del mundo, entonces ¿quién es?
Joachim Retzbach, entrevista a Michel
Butter: “La historia no se puede
planificar”, Mente y Cerebro, nº 84, 2017
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