La perillosa idea de la llibertat en les xarxes socials





Es difícil contar la historia de los que están ganando en las redes sociales sin pensar en quiénes son los guardianes de las redes sociales. Así que parte de mi interés era contar la historia de cómo la gente que fundó las redes sociales entre 2004 y 2005, la gente que fundó Facebook y Reddit y Twitter, tenían una ideología que decía: “El mercado de las ideas es como el mercado económico, y por eso se va a regular solo, de forma mágica, se va a arreglar a sí mismo, solo tenemos que crear más libertad y no preocuparnos por esto”. Esa es una fantasía en la economía, y yo creo que esa es una fantasía en las redes sociales también. Pero los sistemas no se arreglan a sí mismos, nada es puramente neutral. Así que si no se tiene un plan, las cosas van a ir por muy mal camino. Si el plan es solo “maximizamos la libertad y eso –que coincidencialmente va a hacernos mucho dinero– será para el bien común, y mágicamente el mundo irá a un lugar mejor”, pues ese es un plan muy malo.

Así que muchos de esos hombres –porque son en su mayoría hombres– nunca pensaron este tema más allá de eso. Ellos estaban haciendo mucho dinero, estaban en la portada de las revistas, y todo el mundo estaba muy emocionado con ellos. No había una reacción cultural contra ellos, había muy pocos críticos. Así que tuvieron toda la libertad durante una década, y luego estas fallas profundas y estructurales, que siempre estuvieron ahí, empezaron a hacerse evidentes. Cuando ya [sus plataformas] ayudaron a que democracias estables pasaran a ser Estados fallidos, o a casos de genocidio, ya era demasiado tarde. Esa es la utopía en la que vivían, la idea de que “la libertad es algo maravilloso, nada malo va a venir de esto”. Para mi ahí está el corazón del problema.

Si tomas a Trump, por ejemplo, hay reglas que tanto Facebook como Twitter han dicho que nadie puede violarlas, incluso el presidente. Luego, él las viola. Luego Facebook no hace nada, y Twitter no hace casi nada. Quizá en Twitter son un poco mejores, pero nunca han bajado alguno de sus tuits, sencillamente han puesto un mensaje que dice: “Alerta, esta es una mentira peligrosa”. Bueno, ni siquiera dicen eso. Dicen algo como: “Busquen bien los hechos sobre cómo votar por correo”. Hay un lado de mi que quiere reconocerles que hayan hecho al menos eso, porque es difícil. Pero creo que es importante recordar que hemos puesto la barra muy baja con respecto a lo que se puede hacer.

Pero el problema de fondo es que estas redes sociales están fundamentalmente construidas para maximizar la atención de las personas, y el tiempo que estas pasan en las redes sociales, y eso no ha cambiado. La forma en la que esos algoritmos maximizan la atención de las personas es haciéndolas sentir indignadas, o con miedo, o con emociones positivas también, pero es todo a través de la manipulación emocional. Si ese problema de fondo no cambia, el resto es sencillamente poner vendajes en los bordes.

... lo que más me preocupa, honestamente, más que Trump se reelija, son las semanas o meses después de la elección, si nadie sabe aún cuál fue el resultado. Imaginemos que Fox News anuncia que Trump ganó la elección. Inmediatamente tienes a 30 y algo por ciento del país que va a creer que eso es verdad y luego, si en los siguientes días se cuentan más votos por correo y se dice que en realidad eso no era correcto, y que Biden ganó, lo que me preocupa es que sea demasiado tarde. Porque parte de lo que dice mi libro es que la gente acepta la versión de la realidad que quiere aceptar. No siempre van a aceptar la versión de la realidad que es la real. Si vieron una imagen en la televisión diciendo que Trump ganó, y luego seis días después un oficial electoral dice que eso no es cierto, sencillamente van a escoger creer en lo primero. Porque eso es lo que quieren creer. Eso es lo que me preocupa. Me preocupa que los ciudadanos no puedan ni siquiera ponerse de acuerdo con respecto al resultado de las elecciones.

No hay nada en la Constitución que diga que Fox News tiene que dar un anuncio exacto en la noche de la elección. Pueden hacer lo que se les dé la gana, y nosotros veremos qué pasa. Y si hay muchas personas, que tienen armas y que patrullan las calles, intentando que no se cuenten todos los votos, ¿Quién les va a impedir eso? Deberíamos tener una tradición mucho más fuerte para monitorear las elecciones. No tenerla tiene que ver con el excepcionalismo americano, que nos hace creer que no lo necesitamos. Pero sí lo necesitamos.

Camila Osorio, entrevista a Andrew Marantz: "La supremacía blanca ha sido una idea estable y duradera en la historia de Estados Unidos", El País 24/10/2020






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