El valor de les paradoxes.





Las paradojas son muy valiosas, porque a menudo señalan el camino hacia dominios del conocimiento de los que no teníamos ni noticia. Si te mueves tan rápido como un rayo de luz, el rayo te debería parecer quieto, como un tren que salga de la estación en paralelo al tuyo. Pero si la velocidad de la luz es una constante fundamental de la naturaleza, el rayo no puede estar quieto. De resolver esa paradoja viene la relatividad, uno de los cimientos de la física actual.

Javier Sampedro, La paradoja de Peto: sublime solución, El País 08/03/2025

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