Has vist la sèrie 'Adolescència'?
“¿Has visto la serie Adolescencia?” Los grupos de familias y las conversaciones entre adultos no hablan de otra cosa estos días. Adolescencia narra la historia de Jamie Miller, un chico británico de 13 años acusado de matar a una compañera de instituto, y refleja de manera impactante la peligrosa relación de los jóvenes con la tecnología. Psicólogos y expertos en redes señalan que la serie ha causado conmoción -es una de las más vistas en muchos países y que Reino Unido se plantea emitirla en los institutos-porque muestra una realidad ante la que estamos cerrando los ojos como sociedad y que evidencia la soledad de los menores en el entorno digital además de la necesidad de diálogo y regulación.
¿Amplifican las redes el bullying y propagan y fomentan la manosfera? ¿Están haciendo algo los padres y los educadores? ¿Es la habitación de un adolescente un lugar seguro?“La serie pone de relieve que no estamos mirando lo suficiente ni en el lugar adecuado”, apunta la investigadora de la Universidad Complutense Elisa García-Mingo. Coautora de varios estudios sobre jóvenes y mundo digital entre los que se encuentra Jóvenes en la manosfera (FAD), García-Mingo cree que hay mirar en Instagram, en WhatsApp, en telegram, tiktok o en discord, que son las plataformas que usan los adolescentes. “Si ves que tu hijo no está bien y a priori todo está bien, hay que indagar en la parte digital”, avisa la investigadora, que advierte que gran parte de la sociabilidad de los jóvenes sucede ahí y que la serie muestra la “vida híbrida”: que lo offline y lo online no está separado, es un continuo en el que “lo uno moldea a lo otro”.
Adolescencia “plantea una consecuencia extrema, pero el substrato es muy habitual”, explica el psicólogo Roger Ballescà, coordinador del Área de Salud Mental Infantil y Juvenil de la Fundació Hospitalàries Martorell y miembro de la junta de gobierno del Col·legi Oficial de Psicología de Catalunya. Este experto, con casi 25 años de experiencia, ha “visto y disfrutado” una serie que define como“impactante” porque invita a pensar. Para Ballescà uno de los puntos fuertes es que hace un “cuestionamiento de dónde están los adultos” y deja en evidencia la falta de autoridad existente en casa y en la escuela. ”Los hemos dejado solos”, lamenta. La historia describe a una familia medianamente estructurada que podría ser “la de cualquiera de nosotros”.También Lluna Porta, portavoz del movimiento Adolescencia Lliure de Mòbils (ALM), ha visto la serie no solo una sino dos veces. “Demuestra que nadie es culpable por si solo, pero que todos somos responsables” del escenario en el que nos encontramos con los jóvenes, asegura Porta, que es también profesora de inglés. La experta tiene dos hijos de 15 y 19 años y el mayor le ha confirmado que se trata de una serie “muy realista”. El mismo input le han transmitido sus propios alumnos. Porta da charlas sobre pornografía y advierte: “Pensamos que los chicos están seguros online y en las redes y no sabemos el daño que les puede ocasionar”.Para la experta, las consecuencias de las redes sociales en chicos que están formando su identidad pueden generar daños importantes. “Los adolescentes se nutren del exterior” y eso también les influye, avisa. “Puedes educarlos con unos valores ideales y que luego se den cuenta de que cuando socializan lo que le han dicho sus padres no funciona”. “Hay una distancia demasiado grande entre lo que les enseñamos en casa y lo que ven que les funciona para ser populares o tener éxito”. “Y solo les falta la manosfera” (webs y foros contrarias al feminismo y que fomentan la misoginia), denuncia la educadora.El psicólogo Roger Ballescà explica que los jóvenes se relacionan en un espacio virtual en el que hay muy poca presencia de adultos y considera que “nos hemos confundido” al creer que un ordenador o un teléfono es un televisor cuando en realidad no tienen nada que ver porque la tele es una ventana y un ordenador es una puerta que te puede llevar a problemas “muy gordos”. Cree que la serie plantea la realidad de que es necesaria una regulación digital y se pregunta que si no dejamos que un niño entre en un sex shop “¿por qué lo puede hacer en Internet?
El adolescente ha tenido siempre un lenguaje y un mundo propio, el problema para el psicólogo es que ahora se da en un espacio “abierto e incontrolable”. Y ahí, avisa, es donde van calando discursos radicales, extremistas y tóxicos como los de la manosfera.
Uno de los puntos clave de la serie y que más ha llamado la atención son los emoticonos con los que se comunican y que inicialmente pasan desapercibidos para la investigación policial a pesar de ser claves en el caso. Esta parte es para García-Mingo relevante y además subraya una cuestión importante: “que hay jergas que los adultos no entendemos”. La representación de la manosfera es “fidedigna” para la investigadora desde el punto de vista que explican que “hay contenidos muy misóginos, deshumanizados y que están disponibles y circulan”. La experta considera que “la vida de barrio es medicina para esta generación” porque evita la sobreexposición a pantallas.
Lorena Ferro, Lecciones de 'Adolescencia', la serie que ha sacudido a los adultos ..., La Vanguardia 27/03/2025
Comentaris