Primatologia i les causes del 'bunga bunga'.
El polémico Silvio
Berlusconi, ex presidente del Gobierno italiano, ha anunciado su intención
de volver a presentarse como candidato a las proximas elecciones generales de su
país. Aunque puede que finalmente no se presente y todo acabe en una simple
demostración de fuerza o chulería, su comportamiento es una
excelente fuente de inspiración para hablar de algunos de los vicios y excesos
de los que los primates somos capaces para alcanzar el poder.
Los primates realizamos exhibiciones de poder constantemente ('display' en
inglés). El objetivo consiste en demostrar a otros la fuerza que
poseemos, evitando así las confrontaciones directas que pueden acabar
en daños irreparables para todas las partes.
En los estados modernos, este es el caso de los desfiles militares o
la pruebas con misiles. Los grandes simios arrancan ramas, chillan, se
suben a los árboles o arrastran piedras con este mismo fin. Los humanos rompemos
objetos, damos puñetazos contra la mesa, cerramos la puerta de golpe, gritamos e
incluso damos patadas a las cosas.
Vídeo 1:Demostración de fuerza de un chimpancé
Este patrón es más evidente en la época de la adolescencia, pero no
desaparece cuando somos adultos. Realizamos estas demostraciones en todos los
contextos, desde en la mesa del consejo de dirección de una empresa
hasta en los conflictos que surgen con desconocidos en la calle, ya sea
por un accidente en coche o cualquier otro asunto.
Otros ejemplos fáciles de identificar provienen del mundo del deporte, como
es el caso de los orígenes de danza maorí, popularizada mundialmente por el
equipo de rugby neozelandés 'All Blacks'. Al final, todo se reduce a
fuegos artificiales, cuyo objetivo es disuadir de una pelea
real.
Vídeo 2: Haka dance de los 'All Blacks'
'Il cavaliere' siempre ha tratado de transmitir una imagen de macho
alfa de gran éxito económico y con las mujeres. Vive obsesionado con
proyectar una imagen de virilidad y juventud. Se ha sometido a diversas cirugías
estéticas e implantes. También se maquilla de forma regular.
En primates, se ha observado cómo individuos con lesiones fingían
estar bien para no mostrar su debilidad a los oponentes. Esta es la
razón por la que los poderosos tienen tanta precaución a la hora de mostrar a
dirigentes enfermos o retienen la información de su enfermedad el máximo tiempo
posible.
Esto mismo ha ocurrido con Franco, Castro y está
sucediendo con Chávez en estos momentos. Los políticos, expertos en
psicología de grupos y masas, saben que su éxito depende en parte de transmitir
esa fortaleza. Hay algunos científicos que creen que este fenómeno explica el
por qué los hombres nos quejamos poco del dolor y acudimos menos al médico. Para
los machos es peligroso mostrar la vulnerabilidad a otros
machos.
Berlusconi también ha jugado el papel de semental y señor del harem, como
hacen algunos gorilas, exhibiendo el control que ejercen sobre sus
hembras. Estaba entre sus costumbres el regalar todo tipo de cosas a
las mujeres de sus ministros. En ciertas capas de la población es probable que
haya sido envidiado por esta razón. A muchos italianos les atrae esta imagen de
macho alfa, capaz de montar las mejores fiestas o 'bunga
bunga' del Mediterráneo.
Tampoco las fiestas y el gusto por el alcohol son patrimonio exclusivo del
ser humano. En África, cuando los frutos de la marula fermentan, todos los
animales de la zona se acercan a pasar un buen rato. Tras unas horas, no es raro
ver a los elefantes y jirafas haciendo eses y a los monos caer de los árboles
debido a las borracheras que agarran.
Vídeo 3: Animales emborrachándose con frutos fermentados
Berlusconi se aprovecha de la inestabilidad política que caracteriza al país,
desde su fundación en 1861. La existencia de chivos expiatorio a quienes
se les hace únicos responsables de la crisis siempre indica que estamos
ante un periodo del sistema inestable. En poblaciones de primates donde aún no
se ha alcanzado un verdadero equilibrio es fácil que aparezca esta cabeza de
turco. En este tipo de grupos, si algo sale mal pueden dirigir todo su
agresividad hacia un individuo.
Lo mismo le ocurrió a Microsoft los primeros años de vida de la red,
caracterizados por la inestabilidad. Todo era culpa de Bill Gates, cuando él
sólo era responsable de Windows, y no de internet. En este sentido, la
estrategia de Berlusconi ha sido la clásica: crear un enemigo común para
generar cohesión en torno a su figura. Durante los que años que gobernó
Italia, fue la de proteger al país de los comunistas.
Ahora el
enemigo es Alemania, que intenta arruinarles. En los animales, es fácil
observar esta tendencia. Hasta los enemigos más hostiles entre sí se juntarán en
caso de peligro. El primatólogo Frans de
Waal cuenta cómo en la colonia de chimpancés de Arhem (Holanda), cuando
estrenaban instalación, dominantes y subordinados olvidaban sus posiciones
sociales y se abrazaban unos a otros, muertos de miedo.
Si Berlusconi hubiera entendido que el liderazgo es un fenómeno
colectivo y no un asunto individual, probablemente no se presentaría a
las elecciones presidenciales italianas de nuevo. No existe líder sin
seguidores. Él y otros líderes mundiales debería pasar de vez en cuando por 'El
ritual del rey payaso' que practican varias tribus de África del Sur.
En estas sociedades, el rey tiene que vestirse de pobre o actuar como
un payaso durante un día al año, durante el cual debe soportar el odio
e insultos que provienen del pueblo. Estos rituales que tanto fascinaron al
antropólogo Max Gluckman, sirven para recordar simbólicamente que el sistema
está por encima de de cualquier individuo y que su poder emana del
consentimiento colectivo.
Pablo Herreros, Los excesos del 'macho alfa', Yo, mono. 15/12/2012
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